domingo, 9 de junio de 2013

Eres preciosa, mi vida

Eres preciosa, mi vida

Eres preciosa, la más bonita,
para mi, eres como una estrella,
eres mi amor, cosita,
eres una preciosa doncella.

Aquel día, ya casados, los dos,
nos despertamos y nos levantamos,
tú estabas elegante, muy hermosa,
y también de tenerme muy orgullosa.

Aquel día desayunamos,
cuando llegaron las dos, dije: "Comamos".
Todo estaba muy rico,
lo que sentía por ti, ni lo simplifico.

Después, dimos un paseo,
nos sentamos en un banco,
y, con respeto, nos dimos un besuqueo,
allí fuí sincero y muy franco.

Por la noche, bailamos en la discoteca,
canciones de los ochenta, y tú, amada,
me enamorabas, no te vi nada seca,
tú, como mi esposa estás bien dotada.

A la noche, volvimos, 
y en la cama nos metimos,
estuvimos muy recogiditos,
después de los bailecitos.

Después de nueve meses,
tuvimos nuestro querido hijo,
ojalá, amor, lo revivieses,
"Hola, mamá" fueron las primeras palabras
que dijo nuestro hijo.

Iñaki Bécquer






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